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El Libro de la Música Clásica

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Categoría: Arte, Dibujo y Pintura

Editorial: Dorling Kindersley


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Compra online El Libro de la Música Clásica de Dorling Kindersley; disponible en Royce Editores, la mejor y más grande librería de diccionarios y enciclopedias en México.

¿Quién escribió la primera ópera? ¿Cuál es el origen del sistema de notación musical? ¿Cómo construyen los compositores una sinfonía? Este libro responde estas y otras muchas cuestiones mediante el análisis de piezas musicales clave y su impacto en la evolución de la música clásica occidental, desde el surgimiento del canto llano hasta el desarrollo del minimalismo moderno.

El libro de la música clásica analiza con un lenguaje claro más de noventa obras de distintos compositores, unos legendarios y otros menos conocidos, e incluye diagramas e infografías que explican los conceptos fundamentales y las grandes ideas que subyacen a la creación y la apreciación de la música clásica.

Tanto el oyente ocasional como el auténtico aficionado encontrarán en este sugerente libro de música una útil herramienta para entender mejor la música clásica.

  • Un excelente libro impreso
  • Formato 20.3 x 24 x 2.5 cm
  • 352 páginas impresas a todo color
  • Fina encuadernación en tapa dura
  • Primera edición, año 2018
  • Segunda reimpresión, año 2021
  • ISBN: 978-1-4654-8674-5, 9781465486745
  • Colaboradores: Dr. Steve Collisson, Levon Chilingirian, Matthew O’Donovan, George Hall, Malcolm Hayes, Michael Lankester, Karl Lutchmayer, Keith McGowan, Kumi Ogano, Sophie Rashbrook, Dra. Christina L. Reitz, Tim Rutherford-Johnson, Hugo Shirley y Katie Derham
  • Traducción: Montserrat Asensio Fernández y José Luis López Angón
  • © Dorling Kindersley
  • Peso: 1162 g

INTRODUCCIÓN.

MÚSICA MEDIEVAL 1000-1400.
La salmodia es el arma del monje. Canto llano, anónimo.
Ut, re, mi, fa, sol, la. Micrologus, Guido de Arezzo.
Deberíamos cantar los salmos con un salterio de diez cuerdas. Ordo Virtutum, Hildegarda de Bingen
Cantar es orar dos veces. Magnus liber organi, Léonin.
Tandaradei, cantaba, bello, el ruiseñor. Juego de Robin y Marion, Adam de la Halle.
La música es una ciencia que te hace reír, cantar y danzar. Misa de Nuestra Señora, Guillaume de Machaut.

RENACIMIENTO 1400-1600.
No existe una sola pieza musical compuesta hace más de cuarenta años [...] digna de ser oída. Misa L’homme armé, Guillaume Dufay.
Canta, lengua, el misterio del cuerpo glorioso. Misa Pange lingua, Joaquin des Prés.
Escucha la voz de mi súplica. Spem in alium, Thomas Tallis.
El padre eterno de la música italiana. Cantar de los Cantares, Giovanni Pierluigi da Palestrina.
Esta es la naturaleza de los himnos: nos hacen desear repetirlos. Great Service, William Byrd.
Aires y madrigales [...] susurran delicadeza. O Care, Thou Wilt Despatch Me, Thomas Weelkes.
Esta fiesta [...] cautivó y dejó estupefactos a todos esos extranjeros que nunca habían oído nada igual. Sonata pian’ e forte, Giovanni Gabrieli.
¡Despierta, laúd mío! Lachrimae, John Dowland.

BARROCO 1600-1750.
Una de las diversiones más magníficas y costosas. Eurídice, Jacopo Peri.
La música debe conmover al hombre en sus entrañas. Vísperas, Claudio Monteverdi.
Lully merece por buenas razones el título de príncipe de los músicos franceses. El burgués gentilhombre, Jean-Baptiste Lully.
Poseía un genio peculiar para expresar la energía de las palabras inglesas. Dido y Eneas, Henry Purcell.
El objeto de las iglesias no es oír desgañitarse a los coristas. Ein feste Burg ist unser Gott, Dietrich Buxtehude.
El nuevo Orfeo de nuestros días. Concerti grossi, op. 6, Arcangelo Corelli.
La unión de los estilos francés e italiano debe crear la perfección en música. Piezas para clavecín, François Couperin.
Lo que gusta a los ingleses es algo con lo que puedan marcar el tiempo. Música acuática, Georg Friedrich Händel.
No busques en estas sonatas profundo entendimiento, sino juego ingenioso del arte. Sonata en Re menor, «Pastoral», Domenico Scarlatti.
La primavera ha llegado, y con ella la alegría. Las cuatro estaciones, Antonio Vivaldi.
El objetivo y fin último de toda música no debería ser otro que la gloria de Dios. Pasión según san Mateo, Johann Sebastian Bach.
Telemann se alza por encima de todo elogio. Musique de table, Georg Philipp Telemann.
Su corazón y su alma estaban en su clavecín. Hipólito y Aricia, Jean-Philippe Rameau.
Bach es como un astrónomo que [...] encuentra las estrellas más maravillosas. El arte de la fuga, Johann Sebastian Bach.

CLASICISMO 1750-1820.
Su forte es como un trueno; su crescendo, una catarata. Sinfonía en Mi bemol mayor, op. 11, n.º 3, Johann Stamitz.
El acto más conmovedor de toda la ópera. Orfeo y Eurídice, Christoph Willibald Gluck.
Hay que tocar desde el alma, y no como un pájaro amaestrado. Concierto para flauta en La mayor, Wq 168, Carl Philipp Emanuel Bach.
Me vi obligado a ser original. Cuarteto de cuerda en Do mayor, op. 54, n.º 2, Hoboken III: 57, Joseph Haydn.
Mozart se erige como el genio más tremendo sobre todos los maestros. Sinfonía n.º 40 en Sol menor, K 550, Wolfgang Amadeus Mozart.
El objetivo del piano es sustituir una orquesta completa por un solo intérprete. Sonata para piano en Fa sostenido menor, op. 25, n.º 5, Muzio Clementi.
Por el poder de la música, atravesamos alegres la oscura noche de la muerte. La flauta mágica, Wolfgang Amadeus Mozart.
Yo solo vivo en mis notas. Sinfonía n.º 3 en Mi bemol mayor, op. 55, «Heroica», Ludwig van Beethoven.

ROMANTICISMO 1810-1920.
El violinista es ese peculiar fenómeno humano [...] mitad tigre, mitad poeta. 24 caprichos para violín, op. 1, Niccolò Paganini
Dadme la lista de la lavandera y yo le pondré música. El barbero de Sevilla, Gioachino Rossini.
La música es el verdadero lenguaje universal. El cazador furtivo, Carl Maria von Weber.
Nadie siente el dolor de otro, nadie entiende la alegría de otro. La bella molinera, Franz Schubert.
La música es como un sueño. Uno que no puedo oír. Cuarteto de cuerda n.º 14 en Do sostenido menor, op. 131, Ludwig van Beethoven.
La instrumentación encabeza la marcha. Sinfonía fantástica, Hector Berlioz.
La simplicidad es el último objetivo. Preludios, Frédéric Chopin.
Mis sinfonías ya habrían llegado al centenar si las hubiera escrito. Sinfonía n.º 1, «Primavera», Robert Schumann.
La última nota se vio ahogada [...] por una unánime salva de aplausos. Elías, Felix Mendelssohn.
Me encanta la ópera italiana, es tan despreocupada... La traviata, Giuseppe Verdi.
¡Que sujete al diablo aquel que lo tenga! Sinfonía Fausto, Franz Liszt.
A los sones de un vals giran, alegres, los bailarines. El Danubio azul, Johann Strauss II.
Vivo en la música como pez en el agua. Concierto para piano n.º 2 en Sol menor, Camille Saint-Saëns.
La ópera debe hacer llorar, horrorizarse, morir cantando. El anillo del nibelungo, Richard Wagner.
Parece haber venido enviado por Dios. Sinfonía n.° 1, Johannes Brahms.
Puedes ver las notas bailar en el escenario. El cascanueces, Piotr Ílich Chaikovski.
Una sinfonía debe ser como el mundo. Debe abarcarlo todo. Así habló Zaratustra, Richard Strauss.
El arte emotivo es una especie de enfermedad. Tosca, Giacomo Puccini.
Si un compositor pudiera decir con palabras lo que quiere decir, no debería molestarse en tratar de decirlo con música. La canción de la tierra, Gustav Mahler.

NACIONALISMO 1830-1920.
Mi patria significa para mí más que cualquier otra cosa. La novia vendida, Bedřich Smetana.
Músorgski tipifica el genio de Rusia. Cuadros de una exposición, Modest Petróvich Músorgski.
Estoy convencido de que mi música tiene cierto sabor a bacalao. Peer Gynt, Edvard Grieg.
Quería hacer algo distinto. Réquiem, Gabriel Fauré.
La música del pueblo es como una flor rara y encantadora. Sinfonía n.º 9, «Del nuevo mundo», Antonín Dvořák.
La música es el lenguaje de lo intangible. Woodland Sketches, Edward MacDowell.
El arte de la música es, más que cualquier otro, la expresión del alma. El sueño de Geroncio, Edward Elgar.
Soy esclavo de mis temas y me someto a sus exigencias. Finlandia, Jean Sibelius.
Música española con acento universal. Iberia, Isaac Albéniz.
Y es que el toque jondo no tiene rival en Europa. El sombrero de tres picos, Manuel de Falla.

MÚSICA MODERNA 1900-1950.
Me voy a ver la sombra en que te has convertido. Preludio a la siesta de un fauno, Claude Debussy.
Quiero que las mujeres dirijan su mente a empresas grandes y difíciles. The Wreckers, Ethel Smyth.
El público no debería escuchar con complacencia. Pierrot Lunaire, op. 21, Arnold Schönberg.
No he comprendido un solo compás de música en mi vida, pero la he sentido. La consagración de la primavera, Ígor Stravinski.
Siempre volando más y más alto, nuestro valle es su cáliz dorado. El ascenso de la alondra, Ralph Vaughan Williams.
Levántate y aguanta tu disonancia como un hombre. Sinfonía n.º 4, Charles Edward Ives.
Jamás he escrito una nota que no sintiera. Parade, Erik Satie.
La vida se parece mucho al jazz... Es mejor cuando improvisas. Rhapsody in Blue, George Gershwin.
Una loca prosperidad al borde de un precipicio. Les biches, Francis Poulenc.
Vengo con el joven espíritu de mi país, con música joven. Sinfonietta, Leoš Janáček.
No hay ni un solo centro de gravedad musical en esta pieza. Sinfonía, op. 21, Anton von Webern.
La única historia de amor que he tenido ha sido con la música. Concierto para piano para la mano izquierda, Maurice Ravel.
Solo la ciencia puede infundirle [a la música] una savia adolescente. Ionisation, Edgard Varèse.
El pueblo es el que crea la música, los compositores solo la arreglan. Cuarteto de cuerda n.º 5, Béla Bartók.
Detesto la imitación. Detesto las ideas trilladas. Romeo y Julieta, Serguéi Prokófiev.
La música balinesa mantuvo una vitalidad rítmica tan primitiva como alegre. Tabuh-Tabuhan, Colin McPhee.
La verdadera música siempre es revolucionaria. Sinfonía n.º 5 en Re menor, op. 47, Dmitri Shostakóvich.
Mi música es natural, como una cascada. Bachianas brasileiras, Heitor Villa-Lobos.
Jamás me han escuchado con tanta atención y comprensión. Cuarteto para el fin de los tiempos, Olivier Messiaen.
Tengo que crear orden a partir del caos. A Child of Our Time, Michael Tippett.
La música está tejida de tal manera [...] que te toma en sus fuertes manos y te transporta a su propio mundo. Primavera en los Apalaches, Aaron Copland.
Componer es como conducir por una carretera con niebla. Peter Grimes, Benjamin Britten.

MÚSICA CONTEMPORÁNEA.
El sonido es el vocabulario de la naturaleza. Sinfonía para un hombre solo, Pierre Schaeffer/Pierre Henry.
No entiendo por qué la gente teme a las ideas nuevas: a mí me dan miedo las antiguas. 4’33’’, John Cage.
He transformado nuestro concepto de tempo y forma musical. Gruppen, Karlheinz Stockhausen.
La función del músico [...] es la investigación perpetua. Pithoprakta, Iannis Xenakis.
La íntima comunión con el pueblo es el abono natural que nutre toda mi obra. Espartaco, Aram Jachaturián.
Me sorprendió la carga emocional de la obra. Treno por las víctimas de Hiroshima, Krzysztof Penderecki.
Si te conviertes en un ismo, lo que haces ha muerto. In C, Terry Riley.
Anhelo esculpir [...] un tono único y doloroso tan intenso como el propio silencio. Pasos de noviembre, Toru Takemitsu.
En la música [...] las cosas no mejoran ni empeoran, evolucionan y se transforman. Sinfonía, Luciano Berio.
Si me dices una mentira, que sea una mentira negra. Ocho canciones para un rey loco, Peter Maxwell Davies.
La sustitución de pulsaciones por silencios. Six Pianos, Steve Reich.
Íbamos muy por delante [...] porque todos los demás se quedaron muy atrás. Einstein en la playa, Philip Glass.
El principal propósito del arte ha de ser [...] cambiarnos. Apocalipsis, R. Murray Schafer.
Podría empezar desde el caos y crear orden en él. Sinfonía n.° 4, Witold Lutoslawski.
Volcánicos, expansivos, deslumbrantes... y obsesivos. Estudios, György Ligeti.
Escribo música para el oído. L’amour de Loin, Kaija Saariaho.
Azul... como el cielo. Donde vuelan todas las posibilidades. Blue Cathedral, Jennifer Higdon.
La música crece orgánicamente a partir de piezas de construcción sencillas. In Seven Days, Thomas Adès.
Esto está en el corazón de lo que somos y de lo que debemos ser. Alleluia, Eric Whitacre.

APÉNDICES.
ÍNDICE.
FUENTES DE LAS CITAS.
AGRADECIMIENTOS.

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